Antes de cargarse, los vagones se someten a un tratamiento de lavado particularmente e caz, con el n de evitar que el producto se contamine.
Cuando llegan al puerto los trenes terminan su trayectoria y se descargan.
Seguidamente la arcilla se carga en las amplias bodegas de las naves de carga, que en poco tiempo la transportan hacia los mayores distritos de la cerámica del mundo.