La arcilla cargada en los camiones se transporta hacia la zona del depósito, dentro del cual una serie de roturadores se ocupa de reducir la dimensión de los bloques, preparándola para el almacenamiento.
Mientras el producto empieza a deslizarse por la cinta transportadora de la máquina apiladora automática (STAKER), se extraen continuamente muestras de material para realizar los controles de calidad y los ensayos de laboratorio apropiados.